martes, 17 de junio de 2014

El cine sonoro ha inventado el silencio

Fotograma de Mullholand Drive, David Lynch

Fotograma de  Silent Mountain de Bill Viola
     Lo que más me llegó en la Teorica de Campos es algo sencillo, pero que pocas veces tenemos en cuenta a la hora de proyectar un diseño audiovisual, que es el hecho de que uno no puede escaparle al oído. Uno puede elegir cerrar los ojos y no ver, pero cerrar las orejas imposible. Incluso cuando estamos dormidos escuchamos. He aquí la importancia del Sonido. El sonido le otorga a la imagen aquello que la imagen no nos puede dar. No todo se puede decir con imágenes. Además cuando uno mira algo sabe lo que esta mirando, donde está; cuando escuchamos no sucede lo mismo, muchas veces no sabemos de dónde sale aquél ruido.

    Por eso es que me parece más que interesante jugar con este elemento, y por eso me parecieron excelentes los ejemplos que nos mostraron... Uno espera oir algo pero eso no sucede. Nos sorprenden. Sobre todo el ejemplo de David Lynch, es un maravilloso juego entre la correspondencia y la no correspondencia.


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